Estuvo a punto de perder la paciencia con alguno de sus compañeros en el partido contra el Sporting. Los malos gestos y las miradas desafiantes no fueron ni para rivales, ni para árbitros., esta vez la pagó con su equipo.Exceso de ambición o exceso de mala educación de CR9, Con cualquiera de estos dos extremos se podrían explicar los supuestos desaires que dedicó el portugués a algunos de sus compañeros en el partido frente al Sporting de Gijón.
Desde los primeros minutos de partido al Real Madrid le costaba encontrar el camino de la portería contraria. Eso no fue sólo a causa del portugués, si no de todo el colectivo. Pero cada vez que Granero, Xabi, Higuaín, Marcelo o Van der Vaart no le daban un balón o se lo entregaban erróneamente, Cristiano Ronaldo no paraba de hablar en voz alta o de protestar a los suyos con airados gestos.
Algunos creen que Casillas o Raúl deberian de hablar seriamente con el ya que no es ni con el equipo contrario que discute sino con los mismos.